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jueves, 3 de marzo de 2011

INFORME ESPECIAL: SOBRE EL PROYECTO MINERO ALUMBRERA LTD.


Alumbrera, 2017 ¿y después?

Primera Parte

Por Evangelina Quiroga
Desde Catamarca


Donde había una montaña con buena dosis de oro y cobre, habrá una olla gigante, de unos 4 kilómetros por 2,5 kilómetros, y una profundidad que superará los 450 metros. Y donde existía una depresión natural del terreno, que fue donde se instaló el dique de colas, quedarán todos los desechos mineros enterrados bajo una ‘capa inerte’ de material de mina, bajo la promesa de unos y el ruego de otros, de que ese líquido no filtrará aguas abajo, contaminando el río Vis – Vis y de esa forma, a sus afluentes.


Ese será el paisaje que quedará tras el cierre definitivo del yacimiento de Bajo La Alumbrera, ubicado en el oeste de la provincia de Catamarca, que está previsto para 2017. Para entonces, se habrán extraído del yacimiento –según datos de la empresa- 10.450.000 toneladas de concentrado de oro, cobre y plata, a razón de 550 mil toneladas anuales si se toma como punto de partida febrero de 1998, cuando arrancó la explotación comercial, aunque ya un año antes la mina estaba operativa.
Aunque la empresa obtuvo otros permisos de concesión minera y está explorando zonas aledañas al yacimiento en procura de sumar vida útil a la operación, hoy por hoy el cierre de Alumbrera sería en 2017.

La preocupación de todos es qué pasará el Día Después

La empresa asegura contar con un plan de cierre ya diseñado para morigerar todo impacto ambiental y dice disponer de las reservas económicas para afrontarlo. El Gobierno de Catamarca asegura estar monitoreando esos planes y promete controlarlos hasta que se remedien todos los pasivos ambientales que deje la explotación. Pero las preocupaciones acerca de la suerte del mineraloducto, del dique de colas, del agua y el aire del que se sirven las poblaciones aledañas, quita el sueño a mucha gente.
“La rehabilitación del dique de colas y de las escombreras de estériles –dice Jorge Montaldi, gerente de Relaciones Institucionales de Minera Alumbrera- son los dos componentes principales y de mayor sensibilidad del plan de cierre de mina”.
¿Cómo se rehabilitarán esos pasivos ambientales adonde van a parar los desechos –muchos de ellos tóxicos- del emprendimiento? Simplemente se los cubrirá con “una capa inerte de material minero” de un metro de altura y luego se reforestará esa cobertura con plantas autóctonas.
Montaldi asegura que eso será suficiente para evitar el drenaje ácido de roca que se produce cuando el agua entra en contacto con los desechos sulfurosos del mineral.
Aunque esa es la tarea de cierre de mina que arrojan los modelos matemáticos de simulación que utiliza la empresa, hay otros especialistas que aseguran que el cierre de mina dejará severas consecuencias ambientales no solo para Catamarca, sino también para provincias vecinas, como Tucumán y Santiago del Estero.
Eduardo Pastoriza fue diputado nacional por Catamarca hasta diciembre de 2009 y fue director de la empresa estatal Yacimientos Mineros Aguas de Dionisio (YMAD), dueña del yacimiento, cuando se realizó el estudio de prefactibilidad para la puesta en marcha del proyecto Bajo La Alumbrera.
El proyecto original (y nacional) de explotación de Alumbrera planteaba, entre otras cosas, que todos los minerales que se extrajeran del yacimiento fueran procesados en Andalgalá, la ciudad más cercana a la mina, a partir de la instalación de una planta de fundición, una planta para procesar el azufre y transformarlo en ácido sulfúrico, una planta de peletización de hierro, una refinería, entre otras instalaciones industriales que darían gran dinamismo a la zona.
Nada de eso pasó porque el contrato de unión transitoria de empresas celebrado entre la estatal YMAD y Minera Alumbrera Ltd (la operadora) desestimó todas aquellas previsiones. Y habilitó a que la operadora se lleve el material -prácticamente en crudo- al exterior.
Cuando se hizo el proyecto de prefactibilidad original, lo primero que se analizó fue cómo se iba a eliminar la contaminación ambiental. Los expertos propusieron la forma de eliminar el azufre: haciendo una planta de tratamiento para eliminarlo y transformarlo en un elemento industrial, en ácido sulfúrico. Si bien ese elemento que se iba a sacar, no generaba mucha riqueza, era imprescindible para evitar la contaminación. Prácticamente lo íbamos a regalar por costo”, explica Pastoriza y, a continuación, lamenta: “Ése era el proyecto nacional, pero como a la empresa no le importa el bienestar ni los intereses de los catamarqueños, a esa planta no se la hizo y el azufre, en lugar de rescatarlo, tomarlo y separarlo, se lo tira al dique de colas para que después ese dique filtre y se vaya a todos los ríos de Catamarca”.
El yacimiento La Alumbrera contiene en forma abundante material pirítico, combinación de azufre y metales, tales como hierro y cobre en forma de sulfuros. Estos minerales, una vez extraídos del yacimiento y expuestos al aire y al agua, sufren un cambio químico muy importante, que genera soluciones ácidas.
De ahí la obligación de la empresa de preservar esos desechos sulfurosos para evitar que, en contacto con el aire y el agua, afecten los parámetros químicos del agua o bien se conviertan en lluvia ácida y afecten luego, al precipitarse, las tierras donde caen.
El temor es que, en realidad, eso ya esté pasando. Al menos así surge de denuncias públicas y judiciales realizadas por personas que aseguran haber sido afectadas por el emprendimiento minero que inauguró, en los 90, la mega minería en el país.

Basural minero

El dique de colas es, junto con las escombreras, el lugar adonde van a parar todos los desechos –líquidos y sólidos- mineros. El de Alumbrera no fue impermeabilizado y por tanto, ya en las pruebas operativas de la mina, se advirtieron filtraciones. Como el dique está ubicado en el nacimiento del río Vis Vis y hay pericias que hablan de una conexión hidráulica entre el dique y la cuenca hídrica, se hicieron obras buscando evitar que las filtraciones llegaran aguas abajo. Alumbrera y la Dirección de Minería de la Provincia aseguran que se solucionó el problema con la pileta de captación de líquidos estanca que se construyó aguas abajo y con un sistema de pozos de retrobombeo que devuelve el agua filtrante al dique.
Otros especialistas aseguran, en cambio, que hasta que se puso en funcionamiento el sistema de retrobombeo, las filtraciones del desecho líquido de mina llegaron al río, afectando algunos parámetros de las aguas del río Vis Vis.
Un informe de la Dirección de Minería que data del año 2003 y que obra en un expediente judicial muestra la evolución de los niveles de sulfatos en el agua de ese río, “primer indicador de modificación de la calidad del agua”. La OMS pone como nivel guía 250 miligramos por litro de sulfatos para que sean aptos para el consumo humano y el Código Alimentario Argentino, lo fija en 400 mg/l. Las mediciones realizadas en un punto del río (Los Baños) muestran que los niveles treparon hasta 750 mg/l en el 2000 y que, para 2003, estaban en los 600 mg/l.
Ese informe señalaba que “se exigieron acciones a la empresa ante la posibilidad de que el sistema de manejo de colas no estuviera confinando el 100 % del agua del proceso minero”.

El actual secretario de Minería de la Provincia, José Luis Molina, relativizó esos datos y aclaró que mediciones aguas arriba del dique de colas ya muestran sulfatos en disolución y arsénico “porque se trata de una zona de actividad volcánica”. Y destacó que, de todos modos, las consecuencias que podría causar el consumo de agua con exceso de sulfatos sería “algún tipo de inconveniente gástrico”. “Pero todo eso está controlado”, garantizó.
Cuando trascendió el episodio de las filtraciones, por 1998-1999, el mismo gobierno catamarqueño, a través del secretario de Minería de ese entonces, Raúl Galarza, salió a admitir públicamente la falla y prometió que se remediaría.
Por entonces, también se conoció la tesis del ingeniero en minas Oscar Nieva, quien aseguraba que las filtraciones en el dique de colas se produjeron porque el dique fue emplazado en un lugar en el que existe una falla geológica. Sin una cobertura impermeable, las filtraciones se tornaban inevitables.
Pastoriza, quien además es ingeniero civil, asegura que hablar de un dique de colas que filtre “es aberrante”. “Lo que sostiene Alumbrera, que hizo un dique de colas que filtra es lo más irrisorio que escuché. No hay en el mundo o por lo menos en la historia minera, ningún dique de cola filtrante. Todos los diques de cola del mundo son totalmente estancos, impermeables”, asegura.
“Es una mentira, a ellos les filtró y salieron como locos a tratar de buscar una solución. Hicieron primero una laguna de captación. Como comprobaron que aún con esa laguna de captación seguía la filtración aguas abajo, entonces hicieron una batería de pozos enormes que a su vez bombean todo lo que filtró y lo tiran a la laguna y de la laguna al dique. Ése es el famoso sistema de retrobombeo, único en el mundo, porque no hay en el mundo ningún dique de colas que filtre, porque si hay en el mundo un dique de cola que filtre, van presos todos los responsables porque contaminan el agua”, sentencia el ex director de YMAD.
La versión de Alumbrera es totalmente distinta: “El dique filtra pero porque está diseñado así. Tiene en su fundación unos caños ranurados que se denominan caños de drene de fundación, que permiten pasar el agua y no el sólido”, asegura Montaldi, en representación de Alumbrera.
Un tema que preocupa, por su alto costo de mantención, es quién se encargará de seguir alimentando ese sistema de retrobombeo una que vez se produzca el cierre de mina.
Las previsiones de Alumbrera dicen que dos años después del 2017 estaría en condiciones de culminar con el sellado del dique de colas y las escombreras de estériles. Sin embargo, al sistema de retrobombeo habría que mantenerlo activo –con el consumo energético que demanda- entre 6 y 8 años a partir del cierre de mina.
De esa forma, esperan que todo el líquido con sulfatos, sulfuros y demás elementos siga reingresando a las piletas de contención y al dique hasta que se evapore por completo.
Pastoriza plantea dos preocupaciones centrales sobre este punto. En primer lugar, quién se hará cargo del costo de mantención del sistema de retrobombeo y que aún así, en algún momento, la pluma contaminante podría seguir avanzando aguas abajo.
En un escrito que el secretario de Minería de la Nación, Jorge Mayoral, envió a fines de 2008 a la comisión de Minería de la Cámara de Diputados, señala que “el acuerdo con la UTE requiere que Minera Alumbrera transfiera la infraestructura existente a YMAD al término del acuerdo”.
La respuesta oficial deja abierta la puerta a una serie de especulaciones, pero el director de Minería de la Provincia de Catamarca se encargó de disiparlas: “De acuerdo a los contratos, es la empresa YMAD la que se hace cargo de este período y nosotros estamos en el monitoreo del cumplimiento de esos acuerdos”.
YMAD es una empresa estatal integrada por la Provincia de Catamarca, la Universidad de Tucumán y el Estado Nacional. Es decir que el costo de dejar esa infraestructura en condiciones y de mantener operativo el sistema de retrobombeo el tiempo que haga falta deberá ser afrontado por estos entes estatales que, en definitiva, estarían usando dinero de todos los ciudadanos.

Agua, el oro líquido

La preocupación por el agua, no solo tiene que ver con su calidad, sino también con la excesiva demanda de agua del proceso minero. Alumbrera extrae agua de Campo del Arenal, un acuífero ubicado a 30 km de la mina. Consiguió de la Secretaría del Agua y el Ambiente de la Provincia un permiso para extraer 1.100 litros de agua por segundo.
Sin embargo, tranquiliza el vocero de Alumbrera, está utilizando actualmente un promedio de 550 litros por segundo. Unos 33 mil litros por minuto. 1.980.000 litros por hora. Cerca de 50 millones por día. La firma trabaja los 365 días del año, las 24 horas. Solo hay que hacer la cuenta.
El disponer de tanta agua en el proceso operativo supuso que la empresa agotara –más rápidamente- la vida útil de la mina. Así surge de la comparación con el proyecto original de explotación, que establecía que para no impactar ecológicamente en el acuífero la extracción de agua no debía superar, en promedio, los 33 millones de litros por día.
Cada tonelada de mineral –esto es casi una regla minera- demanda para su procesamiento 1.000 litros de agua. Es decir que por día se deberían haber procesado solo 33 mil toneladas de mineral. Eso, en función de las reservas del yacimiento –asegura Pastoriza- hubiese permitido que la mina se agotara recién en unos 50 años. Al ritmo de explotación de la operadora, los cartuchos se terminarán de quemar, exactamente, en ocho años.

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